Un compañero de primera línea el libro y sus beneficios
Los libros nos han acompañado desde que la historia es historia para la humanidad. Su influencia en la vida de las personas es notable. No solamente como textos y obras especializadas para estudios. Sino, como joyas literarias que hacen el mundo mejor. Un buen lector es alguien que alimenta su mente y su alma, dirían los poetas. Además de incrementar su número de palabras para expresarse y de tener una cultura general amplia. Es por esto que, los libros a través del tiempo, han fortalecido la existencia en las diferentes sociedades.
Las fortalezas de la lectura y la importancia de crear el hábito lector
Formar el hábito de lectura es, en muchos casos, lo que diferencia un ser humano con herramientas para la vida de otro que no las tiene. Los libros son fuentes inagotables de sabiduría, entrenamiento, formación y mucho más. Con el tiempo, se convierten en una forma de vida que transforma al lector y un poco a quien los escribe. Si tocamos lo económico, es una manera de distraerse e instruirse realmente barata. Es fascinante ver a las personas en el tren, esperando su turno para cualquier actividad o simplemente sentados en el parque, ensimismados en un buen libro. Eso sin nombrar las largas tertulias entre amigos lectores que expresan lo que han leído.
Las casi infinitas posibilidades para leer y cultivarse
Estar en sintonía con lo que se relaciona con la lectura. Sobre todo de libros impresos, es una virtud. Por lo que tomamos el pensamiento de Elizabeth Hardwick quien nos dice “El regalo más grande es la pasión por la lectura. Es barato, consuela, excita, te da el conocimiento del mundo y la experiencia de una amplia clase. Es una iluminación moral” más claro imposible, lo que dice la autora antes citada. Por lo que, tenemos alrededor de 150 millones de títulos para elegir el género, el tipo y la época de cada uno. En pocas palabras las posibilidades son casi infinitas a la hora de elegir un libro.
Tiempos complicados y cambios por afrontar
Ahora hablemos de lo que nos tocó vivir a partir del 2020. El COVID-19 nos trajo temores, pérdidas, cambiamos nuestra manera de socializar, las relaciones laborales también se transformaron. Si nos referimos a lo tocante al sector editorial, ese año se recordará como el de los cierres de librerías y la paralización de las ediciones. Lo que afectó fuertemente a dicho sector. Así también fueron golpeados aguas abajo las imprentas y los rubros asociados con ella. Esa consecuencia azotó pero no acabó con esos sectores. Se espera que la adaptación permita la recuperación y enfilen nuevos caminos para alcanzar la rentabilidad.
Esperemos que pronto se normalicen los procesos que tienen por fin los libros
Todos conocemos los estragos que hizo el COVID-19 en los diferentes mercados y ramos de las empresas y los negocios. Sin embargo, las imprentas y las editoriales que están en pie esperan una recuperación importante. Como en el 2021 aumentaron las ventas de libros y probablemente en el 2022 sea mejor. La idea es seguir avanzando aun cuando hay una nueva normalidad que limita bastante el accionar. Sin embargo, tenemos fe de que las obras literarias de siempre y las nuevas con sus grandes autores vuelven con fuerza y nos sigan llenando de satisfacción aunado a que haya una recuperación económica importante en el sector de la edición e impresión.
El libro impreso, un gran sobreviviente
Por los vientos que soplan, la producción y venta de libros va a sobrevivir y continuar su camino. Para bien de los lectores, escritores y de las editoriales. Ese fiel compañero que nos espera para servirnos seguirá existiendo y se continuarán escribiendo obras de corte literario como las novelas, los cuentos y los poemarios. Unido a los de estudio y publicaciones periódicas. Sabemos que en el tiempo de cuarentena se releyeron muchas obras y otras nuevas que fueron consuelo a tal situación.
Más sobre las ventajas del libro en la educación y en los procesos humanos
Saber que la industria del libro impreso sigue en pie, es un alivio. Puesto que, los textos y escritos literarios son imprescindibles para apoyar el desarrollo de la Educación y del equilibrio emocional de las personas. Si se logra el hábito lector en un niño o joven, se le estará motivando a la curiosidad y a comprender con mayor facilidad lo que lee. Sin contar con el aporte que se le suma en el área del lenguaje. Eso unido al aumento del pensamiento crítico y abierto que se refleja en los procesos creativos necesarios.
A mayor número de lectores mejor será el mundo
La idea es que la producción de libros aumente de modo tal que, las personas tengan acceso a ellos con facilidad. Obviamente, también se requiere la promoción continuada de la lectura. Por medio de campañas que promocionen tal hábito. Es cuestión de buscar diferentes estrategias para sumar más personas a la lectura y lograr que este mundo sea un planeta de lectores. Para muestra, un botón, ¿Quiénes creen que sobrellevan mejor el encierro? Seguramente los buenos lectores. Es que leer es estar en conexión con todo un universo de cosas e historias que nos hacen mejores
La travesía de producir un libro con su satisfacción final
Sabemos que escribir, editar, imprimir libros, distribuir y vender una obra de carácter literario es toda una travesía. Sin embargo, la inquietud y las ganas de hacerlo son mayores. Por lo tanto, se espera que los escritores nóveles y los más experimentados continúen trabajando para que sus creaciones lleguen a las manos de los lectores. Como muy bien lo expresa Bárbara Tuchman “Los libros son compañeros, maestros, magos, banqueros de los tesoros de la mente. Los libros son la humanidad en la impresión”. Con tan elevado concepto, se poco lo que queda por decir de las virtudes de los libros.